Pero la realidad, como el dinosaurio del cuento de Monterroso,
está todavía allí: intacta, bueno, no precisamente intacta, rasguñada; esperando la develación.

Rosario Castellanos

sábado, mayo 08, 2010

Cada año en el mes de mayo, desde el 2004, en el buscador de Ademails que uso para saber quién visita esta página, ingresan personas, mujeres supongo, buscando lo siguiente: "corsach para el día de las madres". Me da mucha risa porque en el 2004 yo escribí un post acerca de la forma en que se celebra el día de las madres y del sistema en que estamos ahogadas las mujeres que en edad reproductiva se nos ocurre la semejante idea de parir un hijo en momentos en que se estudia un "posgrado de excelencia". El día en sí en general siempre me ha caído de "a madre", pero curiosamente yo hice la mención de la frase sobre "el corsach para el día de las madres" y las personas que ingresan que están buscando instrucciones de cómo elaborar un corsach, se topan con mi post. Lo más curioso es que lo abren, no tengo idea de si lo leen pero ¡lo abren!

Ahora claro, que me encuentro en otro "posgrado de excelencia", ni loca me pondría a tener otro hijo. Como digo a los intrépidos que preguntan que cuándo el tercero: "ya cumplí mi cuota demográfica". El sistema hecho por hombres y para hombres, que sigo sosteniendo es así, no está diseñado, al menos en este país, para que podamos "chiflar y comer pinole al mismo tiempo".