Pero la realidad, como el dinosaurio del cuento de Monterroso,
está todavía allí: intacta, bueno, no precisamente intacta, rasguñada; esperando la develación.

Rosario Castellanos

viernes, octubre 31, 2008


Hey! Me encontré este cartel de 1904, chéquenle, qué les parece


Happyyyyy Haaaallloooooooowwweeeeeeeeennnnnnnnnn!!!!
y también conmemoramos el día de los muertos, qué les pasa, en este espacio somos sincréticos, híbridos..., aunque quién y dónde no lo es.

jueves, octubre 23, 2008


Tomado de Edna de Araraquara, pintora brasileña.


Hoy, mi amá hubiera cumplido 60 años. Si viviera le estuviera haciendo carrilla para que inmediatamente fuera a tramitar la tarjeta del INSEN. Pero no está.

martes, octubre 14, 2008


El huracán Norbert ingresó a tierra por Yavaros, Sonora después de haber pegado duro en la península bajacaliforniana. Cuarenta embarcaciones se vieron afectadas, de ellas, cuatro se hundieron y 36 quedaron dañadas, según El Informador. Espero que mi familia se encuentre bien y que no haya habido personas heridas. En realidad, cuando digo mi familia, me refiero al pueblo en sí, en el que viví como por diez años más o menos. Si se hundieron cuatro barcos quiere decir que los vientos eran muy pero muy fuertes. Creo que desde el ciclón Liza no había habido uno tan fuerte, pero eso lo sabré hasta preguntarles a las personas cuando vaya, para preguntarles sobre sus percepciones. Por lo pronto, espero no haya habido bajas humanas.


Pues se murió el Pocoyó. El Isaac soltó un llanto cuando su pez beta no se movía y nos dimos cuenta que su cabeza se encontraba boca abajo junto a las piedras. Tuve que sacarlo de la pecera y tirarlo en la bolsa de la basura. Así como una vez llegó a la casa, así se fue, quien sabe a qué hora del día feneció del viernes 10 de octubre. Abracé muy fuerte a Isaac y le dije que esas cosas pasan, que todos nos tenemos que morir y que ahora le había tocado al Pocoyó.

Ahora sólo queda el Aguamargo, pez de la Normita. A ver cuánto dura. Se me hace que esos peces ya estaban viejos cuando nos los vendieron. Pero en fin, no podemos saberlo. Tampoco si tuvo una vejez feliz, triste o simplemente gris.

martes, octubre 07, 2008

Han de saber, que tengo una fobia a las alturas en un grado supongo que alto. Creo que cada vez es menor, digo, desde que supe que lo tenía, he trabajado en ello. Me di cuenta poco después de la muerte de mi mamá, es decir, no nació conmigo ni lo tuve desde chiquita, sino después de los veinte años más o menos. El caso es que una vez, una psicóloga me comentó que en diez "patadas", osea en diez sesiones más o menos, me quitaba dicha fobia. Pero la verdad, como la chica no me inspiraba confianza, le agradecí amablemente la invitación a la terapia y pensé que no le iba a servir de conejillo de indias a la recién egresada de la carrera.

Este fin de semana tuve la oportunidad de visitar el centro universitario La Ciénega, que se encuentra en Ocotlán, Jalisco, a una hora más o menos al sur de la ciudad de Guadalajara. En dicho centro me impactó la biblioteca, una de primer mundo con techos altos, estructura de lámina, grandes ventanales y pasillos con rejillas, también con pasamanos tubulares con tres cables que los seguían paralelamente, lo cual permite la entrada visual de los fondos, así como los pasillos y puentes eran estrechos lo que también tiene este efecto.

Para mí, estar ahí el primer día, que fue donde se llevó a cabo el evento al que asistí, fue un verdadero suplicio. El auditorio está en el tercer piso, donde fue la inauguración. De forma inicial busqué las escaleras más oscuras y donde se permitía el menor grado de entrada visual de los fondos, así también que la llegada al auditorio no fuera a través de puentes. Había como dos o tres escaleras y una rampa con un gran ventanal, pero para cruzar al salón, se encontraba un estrecho puente. Otro punto importante fue la búsqueda de baños en los que no tuviera que pasar por puentes, así que bajaba tres pisos cada vez que se me ocurría visitarlos.

Al tercer día del evento, ya me fue más familiar el subir y bajar, pero por supuesto, sólo crucé una vez un puente y no me animé a ir por la rampa ni por las otras escaleras donde parece que vas subiendo al cielo. Quedar petrificada en una pared o en las escaleras iba a ser muy bochornoso para mí. Sentir que el suelo me atrae y que el corazón, las tripas y no se que cosas en el abdomen se contraen, así como la piel erizada y la sensación indescriptible del miedo, son terribles y constituyen un gran impedimento en una vida normal. Es ser una discapacitada.

Aquí unas fotos de la biblioteca mediateca de Ocotlán:



lunes, octubre 06, 2008

Pues resulta que sigue la ola de violencia en Tijuana. Este lunes me levanté preguntándome cuántos muertos habrá habido en este fin de semana. Ahora suman 53 ejecutados en siete días, según el Periódico Frontera. Esta "limpia" de calles me huele a mucho azufre suelto, a policías limpiando la "escoria" de la ciudad, a polvo levantado por escobas sin agua, a autoridades apaciguando las aguas turbias, sin lograrlo.

En fin, si no se han puesto de acuerdo, los que tengan que hacerlo, seguirán estos sucesos.

Por otra parte, quiero decir que según una encuesta hecha por El Colegio de México, la tasa de abortos inducidos aumentó en México. Mientras sigamos con la idea de que prohibir el aborto es mejor que no hacerlo estaremos subiendo dicha tasa.

En esta noticia se dan a conocer estos datos, sin embargo, sería interesante poder analizar las condiciones en que las mujeres prefieren practicarse el aborto, asimismo, estar conscientes del grado de estigma que tal evento produce en la sociedad y aceptar asumirlo en todo caso.

Tal nota inicia como: México, 6 oct (EFE).- La tasa de abortos inducidos registrada en México, de 33 por cada 1.000 mujeres en edad reproductiva, es superior a la media mundial, que es de 29 por cada 1.000, según un estudio de instituciones académicas y civiles...