Pero la realidad, como el dinosaurio del cuento de Monterroso,
está todavía allí: intacta, bueno, no precisamente intacta, rasguñada; esperando la develación.

Rosario Castellanos

miércoles, junio 22, 2005

Ayer, después de tres horas de intervención, mi abuelo salió vivo de la extirpación de un coagulo en la parte de la nuca. Es que él anunció que viviría un año más que su abuelo, quien murió a sus 104 años. Así que todavía le faltan cuatro años para los 105.

Cuando me retiré del hospital ayer todavía no despertaba, pero todos esperamos que lo haga, por el gusto de verlo platicar, de seguir viviendo. Si no es así, pues ni modo, vivió lo que le tocaba... Es sorprendente cómo se ve tan fuerte, a pesar de encontrarse en una cama postrado.

lunes, junio 20, 2005

Bueno, creo que con pura lógica pude resolver el misterio de los acentos, se veía difícil, pero se ha logrado....

Por otro lado, en este día de los padres, felicidades a todos los afortunados.

Muchas veces me he preguntado si lo que se menciona en el día de las madres, pudiera aplicarse igual para los padres. Definitivamente, creo que sólo en magras y muy pequeñas cuestiones. Habrá quien defienda lo contrario, pero en general si existe una desigualdad de oportunidades, de actividades, etc., pues no creo que en este caso sea la excepción.

Escuché la semana pasada decir a una señora, que su mamá le dijo que aunque se enojara con el marido, no dejara de hacerle el lonche. Lo anterior nos remite a todo un entramado de ideas de los roles que caracterizan a los sexos. Sin embargo, para no entrar en detalles, la cuestión del día del padre en primera instancia, es tratar de igualar la condición de la celebración entre los dos sexos. Pero habría que discutir el tipo de regalos que se otorgan, como lo dije en el post anterior, así como la forma de celebrarlo, etc.

De todas maneras, si hiciera una encuesta para anotar el número de madres felicitadas, en contraposición con los hombres, creo que estos últimos, sin temor a equivocarme saldrían perdiendo. Es decir, en la cuestión de víctimas y victimarios, "buenas" o "malas" madres y "buenos" y "malos" padres, existe el hecho de que las madres en general duran mayor tiempo a cargo de los hijos y normalmente los padres no han dejado la vida laboral para dedicarle tiempo a sus hijos, salvo cada vez más honrosas excepciones. Desgraciadamente a unos cien metros a mi redonda, la mayoría felicitan a sus mamás, pero no a sus papás.

Celebro pues a los hombres que se forman como mejores padres y se preocupan por el bienestar de sus hijos no sólo en lo económico sino en lo moral, educativo y emocional.

lunes, junio 13, 2005

prueba con acentos: acrítico, índigo, méndigo, prótesis, etcétera, etcétera.

sábado, junio 11, 2005

Pues si bien mayo es el mes de las madres, junio es el de los padres según las conmemoraciones oficiales. Sin embargo los anuncios y comerciales de televisión son bastante diferentes cuando se trata de estas fechas. En mayo reinan las flores, los electrodomésticos, casas-habitación y celulares para mamá, aunque en junio podemos observar como regalo para papá una cena con Paty Manterola, relojes y boletos para entradas de juegos de beisbol.

Es decir, se reproducen en la televisión todos los estereotipos que predominan en nuestra asimétrica sociedad. Así les recuerdan a las mujeres que pertenecen a una vida privada y familiar y a los hombres que su vida se encuentra en lo público. Lo más arrabalero que me pareció fue lo de la cena con Patricia Manterola, es decir, es mejor una cena con una ruca bien buena que con la familia del individuo en cuestión. De verdad que yo no entiendo a las mujeres que permitieran que su mariachi fuera aspirante a una cena con esta señora, de verdad que tampoco creería que algún hombre permitiera que su esposa entrara a participar para ganar una cena con ¿quién les gusta? (podría ser Rafa Márquez...) bueno, sin decir nombres, pero con un bato bien bueno que saliera en la telenovela de moda. Aunque un regalo como éste para las mamitas, creo que sólo en la ilusión existe. No obstante más allá de cenar o no con algún personaje de la televisión, sigue en pie esta idea de que las diferencias entre los hombres y mujeres aluden a la desigualdad e inequidad que persiste.