Pero la realidad, como el dinosaurio del cuento de Monterroso,
está todavía allí: intacta, bueno, no precisamente intacta, rasguñada; esperando la develación.

Rosario Castellanos

lunes, junio 22, 2009

El domingo murió la niña Jimena Alvarez Cota. Con ella suman 47 los decesos por el incendio de la Guardería ABC de Hermosillo. Por su parte, el director del IMSS, Daniel Karam dijo que se demandaría a la Secreataría de Finanzas del estado por negligencia. Entre las cabezas que han rodado se encuentran: el delegado estatal en Sonora del IMSS, Arturo Leyva Lizárraga; el jefe delegacional de Prestaciones Económicas y Sociales, Emigdio Martínez García; la coordinadora delegacional de Guarderías, Noemí López Sánchez; la coordinadora zonal de Guarderías en Hermosillo, Delia Irene Botello Amante, y el actual delegado en la zona Veracruz-Norte, Maurilio Acuña Romero. Este último autorizó el funcionamiento de la guardería ABC en el año 2001. Sin embargo, Daniel Karam afirma que se está trabajando en el esclarecimiento de dicho crimen, pero él mismo es una autoridad del IMSS que al final permitió que se otorgaran todos esos permisos. Si ya había pasado la verificación y ahora dice que la guardería no cumplía con las recomendaciones, pues qué paradoja es esto... En fin... como en todo, habrá cabezas tan escondidas y retorcidas que nunca caerán.

viernes, junio 19, 2009

Invito a todas las madres y padres de familia a exigir un trato de calidad y de excelentes condiciones en las guarderías donde internamos a nuestros hijos durante el día. No se trata de dejar el trabajo y cuidarlos uno, sino de exigir y ser lo más estrictos posibles en cuanto a los lugares donde los cuidan. Denunciar lo que uno vea que no está bien. Sobre todo invito a escuchar a los niños y niñas, aunque sean bebés, hay que escucharlos.

Recuerdo que hace años en Tijuana, no se en qué colonia ni guardería, se cayó un mueble encima de un niño y éste murió. La directora de la guardería de mi hija inmediatamente mandó sellar los muebles, por si las moscas, dijo. Tengo diez años con experiencias en guarderías y recuerdo que una vez estuve muy entusiasmada en ingresar a mi hija en una que está en Otay, que es un vil galerón, del IMSS claro, pero nunca hubo cupo. Entre otras cosas que nos pasaron, una vez estuvo mi hija con una vieja bien loca que decía que la niña la miraba feo. Mi pequeña tenía 3 añitos y hasta que comprendí que nunca le ganaría a la ruca la saqué de ahí y la cambié a otro lugar. A la semana la niña me agradeció con un abrazo y me dijo que estaba muy contenta. Me puse a llorar por no haber sabido escucharla. Ahora la pérdida de 46 pequeñitos en Hermosillo y otros tantos muy graves deja al descubierto el poco cuidado que se le da a un servicio que las mujeres requerimos desde hace años por el aumento al ingreso en el campo laboral. Que no se tenga la certeza de que los lugares donde dejamos a nuestros hijos sean seguros, es una agonía para las mujeres trabajadoras. ¿Qué va a pasar con lo de Hermosillo? Si sabemos que habrá impunidad y que las autoridades máximas están coludidas hasta el cuello. ¿Qué va a pasar? Que muchas mujeres tienen miedo de dejar a sus hijos en estancias infantiles y prefieran que las cuiden personas en sus casas, con otros riesgos, como el del maltrato. Hasta ahora existe una lucha de perspectivas entre los que otorgan mayores beneficios a las guarderías y quienes prefieren los cuidados en casa por señoras de "confianza" o niñeras por hora. Considero que los espacios de los niños tienen que mejorarse bajo cruzadas de los padres y madres. No hay de otra. No sólo en Hermosillo se deben exigir mejores condiciones para la niñez, sino en todos lados. Me pregunto, ¿qué pasa en Tijuana con una población femenina pujante joven y trabajadora? Porque sabemos que cada cuatro cuadras hay una guardería, casi, y se sabe que es un "buen negocio". Ojalá que las autoridades encargadas se tomaran la molestia de revisar cada una y de estudiar las condiciones que prevalecen, porque el servicio se necesita y existe una gran demanda. Pero en especial, yo invito a los padres y madres a que nos volvamos más exigentes porque no queda de otra.

Pues como dice el dicho verdad, muerto el niño a tapar el pozo...

miércoles, junio 17, 2009

Carlitos, un sobrino mío, hijo de mi primo Carlos, pudo haber muerto en la guardería ABC que se quemó en Hermosillo. Su mamá, Gladis, lo recogió una hora antes del incendio porque habían cambiado de turno en el trabajo y lo cuidaba una persona conocida. Carlitos es un niño muy afortunado.





Por los 45 angelitos que se fueron... y por los otros muchos angelitos vícticas de pederastas y personas desquiciadas.