Pero la realidad, como el dinosaurio del cuento de Monterroso,
está todavía allí: intacta, bueno, no precisamente intacta, rasguñada; esperando la develación.

Rosario Castellanos

miércoles, junio 02, 2004

Pensé que era la única que había observado y reprobado el hecho de las mamás siempre estaban afuera de la escuela después de dejar a los hijos, durante el recreo y al salir de clases. Pensé que estaba loca cuando me decía a mí misma: pinches viejas, a qué se quedan, nada más a chismear, a qué mas, quizá son amas de casa que no tienen mayor entretenimiento que estar aquí, etcétera, etcétera, bueno, me decía, pobres, no tienen más que hacer, aunque de qué chismearán, quien sabe, de la novela, del big brother o de qué, mejor ni averiguar.

A diferencia de Conflictiva, quien ahora escribió sobre la próxima graduación de su hijo de sexto año, yo sí escribí algunos post sobre el día de las madrejitas. Totalmente reprobé el tipo de evento, aunque me contestaron que las mamás debían divertirse, que cada quien, etcétera. Apruebo a Conflictiva en el hecho de no aceptar que su hijo vaya al evento de su graduación y con el dinero de la toga compre libros para la biblioteca. Lo digo porque el año pasado me enojé mucho y reclamé el hecho de que me hicieran gastar en una toga para mi hija que salía del kinder... Por favor, de preescolar... y yo sí pagué el dinero y sólo hice el berrinche pero nada más. Lo que debí haber hecho fue no pagar ni asistir al evento, lo hice porque mi hija estaba muy ilusionada en bailar su ¡¡¡vals!!! y un cuadro de ballet clásico.

Decía al principio que me llaman mucho la atención las mujeres que cuchichean alegremente fuera de las escuelas, a diferencia de los papás, que sólo dejan a los hijos y se retiran, la explicación más simple es que ellos van a trabajar y ellas no. Aunque después, en cuanto a las madres, el hecho de quedarse a chismear, las incluya en las sociedades de padres de familia y aquí es donde está su verdadera influencia. Ellas son las que deciden qué hacer y no, claro, los titulares de las escuelas sólo dan el visto bueno, pero muchas de las cosas por las que nos quejamos, es decisión de esas mujeres que se quedan fuera de la escuela cuando deja uno a los hijos. Quizá es una verdadera lástima que las mujeres todavía estemos en el plano del "argüenderismo", además de nuestra escasa educación llena de prejuicios morales. Insisto en lo de la educación, porque me parece que es un punto medular en cuanto al cómo nos comportamos, qué hacemos, cómo lo hacemos y qué dejamos de hacer. En fin, felicito a Conflictiva por su decisión.

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