Pero la realidad, como el dinosaurio del cuento de Monterroso,
está todavía allí: intacta, bueno, no precisamente intacta, rasguñada; esperando la develación.

Rosario Castellanos

miércoles, octubre 06, 2004

¿mujer educada = prevención de muerte infantil?

La idea de que a mayor educación de las mujeres, existen mejoras en la salud, sí influye en la disminución de la mortalidad de los niños, aunque no se tenga significación estadística. Se dice que las mujeres educadas (más bien con mayor escolaridad) reportan cambios sustanciales en los hábitos higiénicos: en la preparación de los alimentos y el cuidado personal, aunque entre los efectos negativos está el abandono de la lactancia. Esta postura se ha visto cuestionada a partir de que se dice que la mejoría de los servicios de salud e infraestructura, la disponibilidad de agua entubada, por ejemplo, cambian los índices de mortalidad y no tanto la educación de las mujeres.

Esto no lo inventé yo, lo asevera Héctor Hernández al realizar un estudio sobre mortalidad infantil, en el cual, se ve como un determinante a la educación de la madre. Esto puede significar un arma de doble filo, me parece que hacen falta más estudios al respecto. Si bien existen muchos trabajos con la perspectiva de género, todavía las investigaciones se encuentran en proceso de construcción y la desmitificación de muchas cuestiones como la anterior expuesta.

Es muy cómodo mencionar y achacar a las mujeres las muertes de los infantes. Por lo que después de seguir dejando en sus manos el cuidado, educación y preservación de la salud de las hijas e hijos, todavía se dice que las mujeres más pobres y carentes de escolaridad son las que reportan mayores índices de muertes de sus pequeñ@s. Ya desde la exposición misma de las variables y del problema de investigación tiene un sesgo marcado que debería considerarse.

Sin embargo, el autor menciona que la postura es cuestionada, en tanto se ha visto que las condiciones en que se encuentran las viviendas, si existe agua entubada y por ende potable, y las mejoras en los servicios de salud, son las que "significativamente estadísticas" han bajado el índice de mortalidad infantil. Por lo que estas variables le ganan "estadísticamente" a la de escolaridad de la madre. Pero ello no quiere decir que la escolaridad de la madre no tenga que ver en la mortalidad de los infantes. Como una tesis más obvia desde nuestra visión occidental es que a mayor educación, menos mortalidad. No obstante, las encuestas en ese sentido son muy escuetas, deben ser acompañadas por entrevistas, para analizar más de cerca si este hecho pueda ser más acertado o no. En todo caso podría ser muy interesante averiguar la relación entre mujeres escolarizadas y no escolarizadas y lactancia, en qué afecta en los bebés y en las mismas madres, incluyendo el cáncer de mama y el reflujo gastrointestinal.



Fuente: Héctor H. Hernández B., “El estudio de la mortalidad infantil en contextos de crisis socioeconómica: discusión reciente sobre sus determinantes”, en Carlos García Molina y Héctor H. Hernández Bringas (cords.), Mortalidad, salud y discurso demográfico, UNAM, CRIM, México, 1996, pp. 127-165.

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