Pero la realidad, como el dinosaurio del cuento de Monterroso,
está todavía allí: intacta, bueno, no precisamente intacta, rasguñada; esperando la develación.

Rosario Castellanos

miércoles, junio 22, 2005

Ayer, después de tres horas de intervención, mi abuelo salió vivo de la extirpación de un coagulo en la parte de la nuca. Es que él anunció que viviría un año más que su abuelo, quien murió a sus 104 años. Así que todavía le faltan cuatro años para los 105.

Cuando me retiré del hospital ayer todavía no despertaba, pero todos esperamos que lo haga, por el gusto de verlo platicar, de seguir viviendo. Si no es así, pues ni modo, vivió lo que le tocaba... Es sorprendente cómo se ve tan fuerte, a pesar de encontrarse en una cama postrado.

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