Pero la realidad, como el dinosaurio del cuento de Monterroso,
está todavía allí: intacta, bueno, no precisamente intacta, rasguñada; esperando la develación.

Rosario Castellanos

viernes, abril 29, 2011

Los estudiantes de la universidad a una le inyectan vida, juventud... bueno, al menos a mí siempre me ha parecido así. Pero cuando tu preocupación radica en una tesis, la percepción es distinta. Mi cerebro está absorto en un problema que resuelve poco a poco en un plano externo a la vida cotidiana. Supongo que ya habrá tiempo de disfrutar, no sólo "la inyección" de vida y juventud de los alumnos, sino de todo lo demás. 

Por otro lado, uno estará pensando en una tesis, pero mis hijes se han encargado de hacerme saber con letras mayúsculas que hay cosas de primera importancia. Así que no hay vuelta de hoja, hay que atender sus demandas. Pensamiento muy ad hoc por cierto ya que mañana es día de los niñes. Hay que atender sus demandas. Creo que lo mínimo que debemos hacer es escucharlos. La tesis..., de cualquier manera la tengo que hacer y ellos no siempre serán niñes.