Pero la realidad, como el dinosaurio del cuento de Monterroso,
está todavía allí: intacta, bueno, no precisamente intacta, rasguñada; esperando la develación.

Rosario Castellanos

viernes, septiembre 19, 2014

Hoy es aniversario del terremoto de la Ciudad de México ocurrido en 1985. Por lo cual ya está instituido hacer un simulacro en esta fecha en recordatorio de tal evento, así como para estar preparados por si ocurriera uno. En lo personal, creo que nadie estamos preparados completamente, aunque sí lo que sabemos que debemos hacer es tratar de mantener la calma y actuar para sobrevivir. Decirlo es tan sencillo y hacerlo es tan difícil, que creo que me estoy tragando las palabras. Cuando ocurrió el terremoto yo acababa de ir a vivir a Sonora, nosotros estábamos pasando nuestro propio terremoto, ya que mi amá tenía cáncer y acababa de ser operada hacía poco, desmembrada, sin un seno y sin conciencia propia de lo que eso significaba a partir de ese momento en nuestras vidas. Recuerdo las imágenes en la televisión que me impactaron mucho... Fue horrible ver todos esos edificios caídos y saber que la gente estaba ahí atrapada sin poder salir y que muchos murieron. La caída de algunos es momentánea y la de otros inicia con un leve suceso, como el de mi amá. Ese año inició la lucha contra el cáncer y por la sobrevivencia, misma que duró nueve años. Moriría poco a poco... Nosotros, sus hijas, vivíamos la cotidianidad, sin fijarnos en esas cosas, vivíamos para ir a la escuela, hacer amigos y adaptarnos al nuevo medio en Sonora. El terremoto había sido muy lejos de distancia para nosotros, pero sí me puso a pensar en qué haría yo si empezara a temblar la tierra. Aunque mi experiencia con temblores, o una de las que recuerdo, siendo muy chiquita, fue en Tijuana, con alrededor de 5 o 6 años quizá, que estaba en una casa con una muchacha que me estaba cuidando, yo estaba en la recámara en medio de dos camas jugando con barbies, y la muchacha se estaba bañando, yo la estaba esperando. La casa era de madera y en un momento empecé a sentir que me iba de un lado para otro y me detenían el cuerpo las camas, todo se movía y la chica me gritó si yo estaba bien, contesté que sí, y ya, todo terminó, seguí jugando con mis muñecas, no me asusté ni me amedrenté, simplemente me dejé llevar de un lado a otro como si fueran olas del mar, porque esa fue la sensación que tuve en ese momento.
En fin, también hoy es el cumpleaños de mi hijo más pequeño. Me preguntó un día hace poco que por qué había nacido el mes de las desgracias, yo me reí.. -¿cuáles?, pregunté, -bueno, me dice, el terremoto del 85, y el del 11 de septiembre. -Naciste en una fecha especial, le respondí, pero es pura coincidencia, y es para estar preparados y que todos mantengamos la calma, también añadí. -Ah, dijo el niño, muy bien.

jueves, septiembre 18, 2014

Uno de los dichos de doña Carlota, q.e.p.d., a fines de los años 80 en Yavaros, fue que quería tener una "diabólica", ante una sociedad tan católica aquello se tornó hasta agravioso a las leyes canónicas y culturales de la época. Pero todos nos reímos al respecto. Ella quería decir una "parabólica", que a su vez era una antena en forma de plato de esas muy grandotas, diferentes a las de ahora que tienen tendidas las compañías Sky, Direct TV y Dish. Lo dijo porque su hijo se había ido a estudiar a Guadalajara al seminario y ella creyó que con una antena de televisión podía acceder al espacio donde se encontraba a kilómetros de distancia su hijo. Lo dijo porque quería ver a su hijo a través de ella. Es claro que dicha antena no servía para eso, pero la doña Carlota pensó que sí, pues qué otra función tendrían antenas tan grandes si no servían para los fines personales de búsqueda de personas.
Hace poco me estuve acordando de doña Carlota. Era para muchos lo que comúnmente se llama o dice la gente, una "mujer de su tiempo", en cuanto a las costumbres y tradiciones, sin embargo, no sé qué pensaría si viviera en este momento, con tantos dispositivos al alcance, sobre lo que ella hubiera dado si los hubiera habido en su momento para ver a su hijo. Si a esas vamos, no, no era una "mujer de su tiempo", era adelantada en cuanto a lo que pensó sería o llegaría la tecnología a ser algún día. Este pensamiento ha sido el que he tenido porque siendo una mujer de lo más tradicional tuvo la visión de lo que podría hacer un teléfono celular un día, que incluso, no fue tan lejano...

miércoles, septiembre 17, 2014

Pues bien, regreso a mi blog hoy después de casi dos años de ausencia, como si alguien lo hubiera notado, como si alguien me extrañara, no puedo dejar de sonreir al escribirlo, pero no importa, regreso a postear todo lo que se me ocurre y lo que por mi mente pasa... Me doy la bienvenida de vuelta... Yo me había prometido que hasta que terminara la tesis no debía escribir "cosas superfluas", creo que fue un error, pero ya una vez entrada, cuando tenía ganas de escribir otra cosa u otros temas, me decía a mí misma que mejor escribiera un párrafo de la tesis o hiciera algo relacionada con dicha misma tesis... En fin, ya extrañaba este espacio.. aunque no fuera una asidua escritora como muchos de mis amigos y amigas... Pero definitivamente sí se te va cierta energía entre escribir aquí y allá, lo mío mío y lo académico, que aunque sea mío y personal, es en otro plano de lo mío y de lo personal... En fin... me siento un poco liberada del tema de la tesis, aunque deba de hacer más correcciones, yo sigo trabajando, pero al menos está lo que intenta cumplir con los requisitos. Luego luego salen las inseguridades, pero no puedo evitarlo... También están los pensamientos revueltos de melancolía por todo lo que una deja de hacer mientras estás ahí... La represión y el desasosiego en momentos de crisis, las noches sin dormir bien y la angustia de que lo que haces está mal o le falta mucho... Ahora los requisitos de término me han parecido eternos.. pero igual hace uno todo... hay que tener un poco de paciencia, aunque ya me tuve mucha... es parte del show... Intenté hacer todo sin enfermarme, pero creo que no lo logré por completo, ni modo, los cuerpos recienten y cobran facturas, las personas igual, me refiero en específico a mis hijes... En fin... espero esta tortura termine pronto, con todo y examen de grado. Espera, si lo llamo tortura y la que la sufre soy yo, entonces soy una masoquista. Entonces recapitulo, quizá no es exactamente una tortura, pero sí se le parece, quizá por lo tanto, no es que yo sea masoquista, sino que puede ser en tanto el doctorado en sí lo sea... Bueno, pues aquí seguiremos en contacto querido/a lector/a  anónimo...