Pero la realidad, como el dinosaurio del cuento de Monterroso,
está todavía allí: intacta, bueno, no precisamente intacta, rasguñada; esperando la develación.

Rosario Castellanos

miércoles, diciembre 21, 2011

Acabo de darme cuenta hoy de algo que puede mejorar o al menos localizar el malestar que tengo en los oídos: No son los dos, es el izquierdo... En el oído izquierdo es donde se concretiza mejor el acúfeno o acúfenos.. un ligero zumbidito que no se aleja... Ah, por otro lado, eso me hizo pensar en la izquierda mexicana, que ha de tener unos acúfenos espantosos, tales que no la dejan crecer ni avanzar. El problema de todo esto, es que en muchas de las ocasiones, no se quitan. NO SE QUITAN... oh no... hay que hacer yoga, ejercicio, malabarismos y tener una concha del tamaño del mundo para enviar todo a la quemazón... Creo que no es exactamente la concha, sino los huevos, óigalo bien, los HUEVOS (o serán güevos)... para deshacerte de la piedra llamada estrés, angustia y aprehensión, al menos tirarla a un lado y no llevarla a cuestas como el Pípila... Tengo la duda sobre la ponderación de cada cosa... duda entre la concha y el valor que se debe tener.. aunque creo que debe ser una especie de combinación... En fin, en la izquierda mexicana por eso es que gritan y gritan tanto sin escucharse, porque no se han dado cuenta del zumbido latente en el ambiente que no logra dejar fluir los sonidos de las buenas ideas. Está aturdida... y seguirá... yo, por mi parte... ya no lo estoy, pero todavía sigo delimitando espacios entre los diferentes sonidos... y haciendo una selección de lo que oigo y de lo que no, para lograr escucharme... y lo demás, enviarlo allá muy muy lejos...

sábado, noviembre 12, 2011

Muchas felicidades a mi hija la Normita porque después de entrenar duro desde junio de este año, ha ganado su paso a la compentencia estatal de atletismo en la categoría de su edad, 14 años, en los 2000 metros planos. Todavía no tenemos conocimiento si también logró pasar en los 800 metros debido a que quedó en tercer lugar y todo depende de su marca. En fin, estamos muy contentos por esto y sobre todo porque ha sido una sorpresa.

Por otro lado, tengo un zumbido rebelde en mi oído. Iré al especialista...

domingo, octubre 30, 2011

¿Es de Tijuana?, preguntó un entrenador -Sí, dijo el profesor que entrena a la Normita, -sí, afirmé yo también, pero no entendí a qué se referían. -La niña sorprendió dijo, sorprendió, muy buen resultado, buena carrera.
La Normita inició a entrenar atletismo desde junio, y cada fin de mes, hay un evento en el CREA para que compitan todos los niños y niñas en las diferentes ramas del atletismo de forma recreativa, es una manera de incentivar y de que el chamaquero se vaya midiendo. La Normita ha ido en progreso consecutivo desde que inició el entrenamiento. Ha estado participando en distintas carreras, dos de 5 km y pasó de los premunicipales de secundarias estatales a las competencias municipales en los 2000 m planos y en los 800 m, mismas que llegó en segundo lugar. Ayer sábado, compitió en los 400 m planos y ganó con cerca de tres metros a las competidoras que siempre se llevan los primeros lugares, así como con una excelente marca para su estandar. Por lo que el entrenador que se acercó en las gradas felicitó al profesor del grupo Halcones, donde está la Normita, y además de afirmar que hizo una buena carrera, preguntó si era de Tijuana. Posteriormente, el profe me explicó a través de una insinuación el argumento por el cual dicho entrenador preguntó sobre su origen. -Ah, dije, ya entiendo, fue el racismo, el individuo pensó que era keniana o etiope, ya al menos cubana.., mencioné, -pero no, es mexicana y de Tijuana, reafirmé. Su tez morena y su espigada figura hacen parecer que es de otro lugar y hace olvidar a la gente que en México existen muchísimas personas con esas características. Sonreí. La denominada "mulatita" por su profesor arrasó con las otras muchachitas que ahora se darán a la tarea de destronarla en la siguiente ocasión... Como estamos conscientes de que el mundo del deporte no es precisamente honesto y que existe un grillerío impresionante, hemos estado trabajando sobre ello con la niña. Por lo pronto, el 10 y 11 de noviembre le deseamos éxito en las carreras y que su esfuerzo esté enfocado en mejorar su propia marca.

viernes, septiembre 09, 2011

Ayer me acordé de la canción: "con el apagón, qué cosas suceden, qué cosas suceden con el apagón!!!  Como todos, no me di cuenta que había sido un apagón, hasta que salimos en el carro y pensé que fue en toda la colonia, pero luego ningún semáforo servía y entonces me dio mala espina. Dejamos a la niña en el deporte y de regreso fuimos a la junta de mi hijo en su escuela. Ahí me dijeron que no habría, que Protección Civil dijo que estuviéramos en la casa  porque no saben a qué hora llegaría la luz, me dio todavía más mala espina. Prendí el radio y empecé a escuchar que era en varias ciudades y me entró el pánico. No, no, no, calma, pensé, mejor regreso por mi hija... pero antes a la llantera, porque estaba casi desinflada... No me quisieron atender.. que no había luz... y pues de ahí revisé el medidor de la gasolina, todavía aguanta, pensé, de ida y regreso al menos... Había un trafical... la gente en tumulto caminaba en la calle, con niños saliendo de la escuela, y cuando llegué mi hija estaba muy extrañada porque llegué más temprano de lo normal. Vámonos dije, no hay luz en toda la ciudad... Me traje a dos de las niñas y una mamá, las dejé lo más cerca del camión y de su casa posible. No traigo gasolina argumenté. Llegamos a la casa y prendimos el radio de cuerda que les regaló su papá a mis hijos. Ha sido uno de los mejores regalos que ha dado la UABC a los profes (hombres) y que pudimos tener encendido ayer para escuchar las noticias... ¿por qué a las mujeres no nos regalan ese tipo de cosas?  en fin... saquemos conclusiones de quién esperan debe de proteger, mantener, etc. a la familia... aunque haya muchas excepciones... en fin... Estuvimos afuera, escuchando el radio, hasta que cayó la noche, con luna y estrellas. Adentro de la casa, prendí una lámpara y velas, que siempre hay afortunadamente. No había recogido agua por lo que eso fue el único incoveniente. Pero había gas... Me preocupaba la comida del refrigerador, a ver cuánto aguanta pensé... Al final, antes de las 10 p.m. abrimos el refigerador y ooohh la luz estaba prendida... El saldo fue un ligero pánico, cuentos terroríficos de la hermana hacia el hermano, manejar con la llanta casi ponchada, con poquitita gasolina y comida echada a perder del refrigerador... Hubo que mantener la calma... pero sí se sintió medio feo...

sábado, junio 25, 2011


"A veces quisiera tener el control del caos", Isaac, 7 años.

Me sonreí. Justamente el control del caos es caos. Todo se reúne porque la vida es caótica y no podemos a veces preveer o analizar de manera profunda el momento en que vivimos sino hasta que lo vemos en la distancia. Son los momentos de evaluación o síntesis, pero que lo diga Isaac, es chistoso, no por subestimarlo, por ser niño y contar con sólo siete años, sino porque después habló de prevenir desastres y desatarlos, así como controlar el fuego y la electricidad.

En fin, también tiene que ver el hecho de que habíamos estado discutiendo anteriormente porque a mi hija una niña le llamó "india" y "changa". La niña dijo que este delito se debería penalizar con la cárcel, pero después llegó a la conclusión de que no podían encarcelar a medio México por racismo y discriminación. Porque al final, salvo excepciones, México sigue siendo racista, discriminatorio, homofóbico y misógino.

En fin, Isaac racionaliza las cosas a su manera y para mí ha sido un aprendizaje el escuchar lo que tienen que decir.

jueves, mayo 26, 2011

Murió "un poema que camina"... Leonora Carrington, que en paz descanse...



¿Quién no ha sido loco un día? ¿quién sabe todo? ¿quién no tiene sueños increibles? creo que muchos... pero pocos lo podemos expresar de la manera en que Carrington lo hizo...

viernes, abril 29, 2011

Los estudiantes de la universidad a una le inyectan vida, juventud... bueno, al menos a mí siempre me ha parecido así. Pero cuando tu preocupación radica en una tesis, la percepción es distinta. Mi cerebro está absorto en un problema que resuelve poco a poco en un plano externo a la vida cotidiana. Supongo que ya habrá tiempo de disfrutar, no sólo "la inyección" de vida y juventud de los alumnos, sino de todo lo demás. 

Por otro lado, uno estará pensando en una tesis, pero mis hijes se han encargado de hacerme saber con letras mayúsculas que hay cosas de primera importancia. Así que no hay vuelta de hoja, hay que atender sus demandas. Pensamiento muy ad hoc por cierto ya que mañana es día de los niñes. Hay que atender sus demandas. Creo que lo mínimo que debemos hacer es escucharlos. La tesis..., de cualquier manera la tengo que hacer y ellos no siempre serán niñes.

lunes, marzo 14, 2011

Cuento de Isaac, 7 años.

Dentro de 4000 años algunos creemos que el mundo será mejor, otros no. Los que creemos que el mundo será mejor pensamos que así sucederá. Es porque habrá patinetas voladoras, motos que vuelan y los carros también volarán, y los patines en vez de ruedas tendrán motor. Otros creen que el futuro no será mejor porque seremos esclavizados por alienígenas. Fin.

lunes, febrero 28, 2011

Pues así se vio el sábado como a las 10:30 de la noche durante la granizada fuerte que pegó...





lunes, febrero 14, 2011

El sábado fui a una fiesta de un amiguito de mi hijo. Me aburrí tanto... Bueno, quizá me senté en un mal lugar. Las doñas que estaban a mi lado estaban hablando de lo que limpiaban en el día, de si tiraban la ropa para  no restregarla, de si le ponían líquidos y cuáles. También comentaban de que educaban a las niñas para que fueran muy limpias, para cuando se casaran, nunca escuché que a los niños les enseñaran a estar limpios y a realizar labores domésticas. Yo permanecía callada, sólo al cuidado de mis hijos con la mirada. Luego una de ellas decía que tampoco debían "malcriar" a las niñas debido a que a ella cuando tenía 11 años la dejaron a cargo de una tienda de abarrotes, no escuché en qué pueblo, y que aunque tenía barbies no podía jugar con ellas porque no la dejaban, ni tenía tiempo de hacerlo.Ya ahora su hija está en la preparatoria y quiere entrar a la universidad pero aquí en Tijuana, ella le insiste que no, que mejor en el otro lado, que es mejor allá. La otra doña dijo que su hija, para no quedarse atrás, que también va en la prepa y que quiere estudiar relaciones exteriores. Ándale pensé yo... Cuando tuve oportunidad, ya que yo era como una pared ahí, le toqué el brazo y le dije que la niña averiguara bien lo que quería porque había una carrera llamada relaciones internacionales y la otra es negocios internacionales o algo así, que una estaba en la facultad de economía y la otra en contabilidad, pero que era muy común que las confundieran e ingresaran a la que no era. Ah, qué bueno que me dice, porque yo de la universidad no se nada.- Sí, le dije, para que la niña no se equivoque. Luego voltea la de mi lado derecho y me dice que si trabajo ahí, -sí, contesté, -ah, eres secretaria, -no, dije, -ah, ¿eres maestra?, -sí, dije, -aahh, replicó.
Como estaba tan aburrida y no tenía caso decir nada, empecé a escuchar en el ambiente que estaban unas cumbias muy sabrosas y entre el "sí provoques mi pichichi" y "el negrito es el único tuyo", me fui a bailar sola a la sala de la casa. Me acompañaron una pareja primos del festejado. -Ay pensé, cómo no me vine antes a bailar. Pero que bueno que no lo hice porque mientras me descuidé esos minutos en el baile, mi hijo de siete años ya estaba perdiendo en el ring de luchitas que habían improvisado en el brincolín  y se estaba poniendo pesado el ambiente, así que tuvimos que irnos...

domingo, febrero 06, 2011

Tripiando en Brasil


Una no puede generalizar un país a partir de cuatro días de haber estado en un solo lugar, en una ciudad o en un pueblo. Solo se puede hablar del mismo sobre una época del año específica y quizá todavía más, de las colonias o calles que caminaste, pero es todo.

En agosto del 2010 tuve la oportunidad de pisar tierras brasileñas, lugar de esos que pertenecía al área de mis sueños por hacer realidad. Fue un viaje Tijuana-San Diego-Dallas-Sao Paulo-Florianópolis. De Tijuana me llevaron en carro al aeropuerto de San Diego y de ahí inició la serie de tres aviones. Como tengo miedo a las alturas necesito hacer ejercicios de respiración cuando estoy en el avión y al cruzar los puentes entre éste y el edificio del aeropuerto. Tengo que armarme de valor y algo más para no tomar a las personas del brazo, aunque no las conozca. En general me cubro un lado de mi cara para no ver y de preferencia traigo una mochila para sentir un peso tal que me de equilibrio. Esta estrategia no me la enseñó nadie, sino que la he seguido por azar y me ha funcionado. El aeropuerto de Dallas es impresionante. Hay que bajar del avión y seguir unas escaleras que te llevarán a un monorriel que cruza todo el aeropuerto y tienes que ver en qué sala te bajarás para volver a bajar escaleras y llegar a la sala de espera del siguiente avión. O sea que a fuerza hay que tomar el monorriel. Me quise como morir, pero ni modo. Tomé aire y respiré profundo para bajar un poco el estrés y subirme. Por fin, llegué a la sala de espera de los vuelos a América del Sur. Ahí subí al primer avión que me ha tocado con la televisión en el asiento de enfrente. Vi como tres películas en portugués e inglés. Afortunadamente uno de los sobrecargos hablaba español y no tuve problemas con la comida (ni con mi café con leche). Igual hubiera chapurreado entre mi inglés de principiante y mi español en cámara lenta, para los de habla portuguesa, pero hubiera sido más difícil.

Al llegar a Sao Paulo tuve que hacer fila en la aduana, que duró bastante. Pero no pude evitar sentirme bien y reir de las caras de enfado que hacían los gringos ante la espera y la lentitud del servicio y claro, porque ellos tenían que pasarla. Por otro lado, de repente da tristeza ver a los mexicanos en otros países. Unas morras creidísimas con acento chilango iban adelante haciendo poses y unos fulanos también por el estilo.

No diré que Sao Paulo no me inspiró miedo. Llegué en domingo y estuve unas horas debido a lo siguiente: resulta que tenía que transbordar en avión del aeropuerto de Sao Paulo al de Campiñas, pero no lograba llegar a tiempo, ya que tenía que irme en un autobús que duraría como dos horas al parecer, y dada la hora a la que yo había arribado a la ciudad y cruzado por la aduana no alcanzaba el siguiente avión. Así que tuve que ir a averiguar lo del cambio de aeropuerto, para volar desde Sao Paulo y no irme a Campiñas. Me querían cobrar 200 dólares pero al final no hubo tal cobro y para hacer tiempo del siguiente vuelo hacia Florianópolis, me fui al centro de la ciudad. Dejé guardada la maleta ahí con una empleada que para mi impresión, se sentía muy buena. Ella estaba cantando, le coqueteaba a un gringo que no entendía nada en portugués y tenía aliento a alcohol. De ahí me fui en la búsqueda del camión. Los multifamiliares inmensos se agazapaban uno tras otro durante el camino. Me sorprendió verlos. Me pregunté cuál sería la densidad de población de la zona. Al llegar a la terminal de la plaza de la República, había un tianguis cultural. Ahí pude apreciar obras de diversos tipos y de artistas de la localidad, llenos de color, como se distingue en la tradición latinoamericana. Estuve caminando por ahí y por allá y supongo que debido a que era domingo no había mucho movimiento, en cambio algunas calles estaban solas con solo unos cuantos paseantes. Sentí miedo. Así que mejor me regresé rápido al acercarse la hora de la salida del camión.

Ya de regreso en el aeropuerto, no encontraba el lugar donde había dejado la maleta y mi referente era la muchacha con aliento a alcohol. Ya que un lugar es donde tomas el camión y otra donde te deja. Hasta que después de dar una vuelta lo encontré. Y va de nuez a trepar un avión. Ahí me encontré a dos estudiantes que iban al mismo evento que yo y no nos entendimos, no sé de dónde eran porque su portugués me parecía muy difícil.

Según yo había reservado un hotel en la isla de Florianópolis, pero como los intermediarios en el internet son muy mañosos, al final me tocó irme al “continente”, como lo mencionaban ahí. Entonces cruzamos por un puente grande y llegamos al hotel. Por lo que diario para ir a la universidad tenía que tomar un camión a la primera terminal de la  isla y otro de ahí a la universidad. La ciudad es pequeña y se ve mucha gente haciendo ejercicio. El lugar es vacacional y tiene uno de los mayores estándares de vida del Brasil, así que es limpio y caro.  Un día fui a una de las cien playas con unas argentinas que conocí en el hotel que fueron al mismo evento. Ellas viajaron como cerca de 20 horas desde la Pampa. En la playa Joaquina comimos mariscos muy ricos.


En el evento hubo muchísima gente, mexicanos no vi, al final conocí a una muchacha que me dio un teléfono mal, así que es como si no la hubiera conocido. Chilanga, por supuesto. Hubo buenas ponencias y malas, como en todo. Para mí fue difícil seguir algunas, pero en general entendia de qué se trataban. Lo que no me agrada de estos eventos es que no sabes a dónde ir, es un verdadero albur escoger las mesas, porque son demasiados temas y generalmente los que quieres son a la misma hora. Pero de ahí en fuera, "estuvo bien".

De regreso me revisaron toditito. En Dallas pasé por el escáner que te ve hasta la cesárea. Horribles gringos. Lo peor es que en Sao Paulo me solicitaban el boleto del avión de San Diego a Tijuana, porque yo no tenía dirección para llegar en San Diego. Tuve que estar explicando ese asunto como dos veces, entre mi español pausado e inglés mocho de principiante.

Me gustó mucho este viaje. Ojalá pueda volver a ir.

miércoles, febrero 02, 2011

Desde hace unos días soy candidata a doctora y sin saber poner una inyección. Todavía falta mucho, el camino está "andado" y ahora será hasta rematar el último punto de esta tesis. El saldo hasta ahora mejor ni lo menciono, para qué... Por otro lado, ya habrá tiempos de cosecha, sigo en el proceso de riego. Como dijo Aristóteles, cuando estás a la mitad es cuando realmente inicias, o mejor dicho, el principio es más de la mitad del todo...  Así que arriera soy... y espero no dejar la vesícula por ahí tirada en el camino...


sábado, enero 15, 2011

El 30 de diciembre, escribí lo siguiente en honor a mi amá:


Hace 18 años la Norma partió hacia las estrellas... Ahora danza junto con ellas valses de distintos compases... Camina descalza hacia mundos distantes y se desliza entre nubes y montañas... Viaja y disfruta... Vela y permanece...
Resulta que hay que apechugar. No queda de otra. Pero primero quiero decir que en este 2011 espero que a todos mis amigos y amigas les vaya muy bien y que logren sus propósitos. ¿Que cuál es el mío?, aunque nadie me haya preguntado ni a nadie le importe, sólo a mí, claro, porque al final dichos propósitos son personales y el externarlos es sólo ego, ya que la satisfacción de lograrlos es también personal. El mío no es bajar de peso, porque ése es un punto nodal que ha requerido de tanto esfuerzo y dedicación, que tiene años como demanda primordial. Así que ya dejó de ser un tal "propósito de año nuevo" para convertirse en un problema adictivo de "sólo por hoy", aunque a veces está al contrario de seguir una propuesta de dieta sana, como ejemplo, ha sido un sólo  por hoy comeré sabritas, sólo por hoy comeré tortilla de harina, etc.
Pero puedo decir en mi defensa, que hasta ahora, la mayoría de las cosas que me he propuesto realizar las he logrado, con excepción a mi peso y  a otras pequeñas o grandes cosas, dependiendo del cristal con que se miran, que han sido dolorosas para mí. Algo que no he hecho nunca pero es de esos deseos que se albergan y no he logrado porque no me he dado el tiempo, es ir a un spa, claro, también porque mi presupuesto no me ha permitido ese tipo de lujos.
Bueno, el más importante objetivo de este año es la obtención del grado de doctora, ya que le he invertido tiempo y salud. Ha sido el eje de mi vida desde hace tres años, por lo que el haberme robado tanto tiempo espero que implique una especie de recompensa, no los subsecuentes dolores de cabeza que hasta ahora es lo único que he recibido, así como el sangrar de mis manos por tanto morderme la piel alrededor de las uñas. De cualquier manera, agradezco el apoyo de todas esas personas que me han alentado y me han dado una palmada en el hombro. También estoy consciente de que el camino que no abra yo con el hacha en la jungla nadie lo hará, es decir, el propósito es en todo sentido, una toma de decisión, así que vivo asida a mi hacha...