Pero la realidad, como el dinosaurio del cuento de Monterroso,
está todavía allí: intacta, bueno, no precisamente intacta, rasguñada; esperando la develación.

Rosario Castellanos

viernes, diciembre 28, 2007

Yavareña pata salada…

Ésta es la expresión que usan en Yavaros y supongo que en los pueblos de alrededor para designar a una joven adolescente del puerto. Claro, esto significa que no es “pata rajada”, sino “salada” en alusión a la calidad de porteña. Tiene que ver con lo indio, claro, como zona mayo la gente es “india pata salada”. Los calificativos con el fin de sacar chistes de cualquier manera reproducen el racismo y la xenofobia que existe en este país.

En este invierno, que ha hecho frío como hace mucho no se veía, dice la gente, he notado que las personas no cuentan con ropa de invierno. Claro, no se espera que en lugares donde comúnmente hace calor a la sombra de hasta 45 grados centígrados, se tenga a bien comprar abrigos o ropa térmica. Así que quienes me han saludado me dicen que me aleje porque se encuentran enfermos por las condiciones climáticas. ¿Tendrá que ver el calentamiento global?

LES DESEO FELICES FIESTAS DECEMBRINAS…

domingo, octubre 28, 2007





Las imágenes que pueden observar de la Tijuana frente a la frontera incendiada, las capté el miércoles 24 de octubre en mi barrio, Villa Montaña (Villa del Real y Villa Fontana). Se puede percibir que dichos incendios quedaban más cerca de lo que suponíamos.

jueves, octubre 04, 2007


Este es un momento del paisaje del Boulevard 2000, no se cuánto tiempo durará así, por lo que me parece importante guardarlo. Por la manera en que se ha estado poblando el este de la ciudad de Tijuana y las empresas se apoderan de los terrenos para elaborar colonias de conejeras y dormitorios, creo que dicho paisaje cambiará drásticamente en unos años más.
La tasa de crecimiento de Tijuana es una de las más altas del país y cada vez más la zona en que vivo, es decir, el este de Tijuana se vuelve más caótico, donde se revuelven los problemas derivados de los procesos de migración, abuso de poder, inequidad, falta de servicios eficientes, entre otros. ´
Así que my friends, mis vecinos pochos, cholos, transmigrantes, obreros, empleados, revueltos todos, nos juntamos para hacer de "villa montaña" un lugar para vivir. Entre los morros grafiteros, las casas de seguridad que ahí se encuentran, los criaderos de everybody you know who, la llamada zona este, que comprende la delegación Mariano Matamoros, El Florido y La Presa, en proceso de reciente migración debido a la venta de casas, se estabilizará tanto demográfica, social y económicamente, cuando quede agregada a la mancha urbana y otros lugares pasen a ser la zona marginal. Mientras tanto...

miércoles, septiembre 26, 2007

volviendo

Bueno, pues me doy la bienvenida de vuelta. Me da mucho gusto anunciar que por lo pronto tengo un trabajo, al menos un año más. Así que esto es una ganancia desde un punto de vista monetario. Por otra parte, no creo poder dar una explicación convincente de por qué no he escrito en este blog, lo que sí puedo hacer es realizar el ejercicio, con el fin de no oxidarme y sólo escribir para el trabajo.

Quiero decir que el mes anterior estuve cuatro días en la Ciudad de México, pero siempre la había visitado como turista. En esta ocasión que tuve que estar yendo a la UNAM, para lo de la inscripción del doctorado tutoral, sentí el rigor del estrés defeño. Para empezar me llovió porque era el tiempo del huracán Dean, así que me mojé toditita, los piés, las piernas, la cabeza, los brazos, la espalda. Compré un paraguas en Ciudad Universitaria, pero creo que ya había pasado lo peor. Así que inicié con una gripa y dolor de garganta.

Por otra parte, es la primera vez que me sentí una verdadera hormiga en el metro. Ya pues conocida la fuerza del volumen de las personas en metro Balderas, yo sólo apliqué la norma de empujar hasta llegar, sin dejar que me tocaran mucho, lo cual es como imposible, tratando de cuidar que no me robaran nada. De ahí tomar la línea verde hasta CU y cruzar el puente para entrar a la universidad. Además, como le tengo miedo a la altura, entre puentes, bajadas, subidas, pues traté de controlar los nervios.

En la UNAM hay que hacer filas para todo, per sendas filas, para comer, para sacar copias, para usar una computadora, etc. Quizá suene como una provinciana nueva en la ciudad, pero todo ello hace que se pierda muchísimo tiempo y no estoy acostumbrada a tanta aglomeración, por eso se dice que sólo se puede hacer una cosa en el día. Entre las cosas más chuscas que me pasaron, fue que comí junto con un estudiante de filosofía, que por mi forma de hablar me preguntó que de dónde era, al decir que de Tijuana, me dijo que yo era como el níño del comercial que se regresa a este lado de la frontera después que recogió una pelota de futbol del lado de Estados Unidos. Le comenté que yo nunca me había ido a Estados Unidos, sino que siempre había estado de ESTE lado. Me reí y comenté que pues el hecho de vivir en Tijuana no nos hace gringos. Pensé que este asunto ya era una cuestión irreal, pero no, subsiste.

En México (la ciudad) pues esta vez no disfruté mucho la estancia, pero espero que en las siguientes ocasiones tenga más tiempo de ir a otros lugares.