Pero la realidad, como el dinosaurio del cuento de Monterroso,
está todavía allí: intacta, bueno, no precisamente intacta, rasguñada; esperando la develación.

Rosario Castellanos

jueves, abril 30, 2009

No había tenido chance de subir unas fotos del viaje a España, mismo que llegó de repente, bueno, no tanto, pero sin que lo hubiera planeado con mucha mucha anticipación.
No se exactamente qué fue lo que más me gustó o qué fue lo peor. Lo importante es la desmitificación de la que somos presa todos aquellos que no habíamos cruzado el Atlántico. Supongo que nunca faltan quienes seguirán adorando a los europeos y piensan que todo lo de "allá" es mejor que lo de "acá". Pero en lo que a mí respecta, considero que no somos peores ni mejores, sino "otros" diferentes más que habitamos este mundo. Como he dicho a algunos, entendí en qué sentido México fue "la Nueva España", porque una cosa es saberlo o leerlo y otra es verlo. Recordé haber leído que los españoles en América (hace cuatrocientos años) se admiraban de la limpieza de las calles y de las personas, y yo ahora me admiré de lo sucio del suelo de los bares-restaurantes de ese país. Entre otras cosas, no logré entrar a la Alhambra de Granada (ni modo), sólo la admiré por fuerita, pero sí ingresé al Alcázar de Segovia y de Sevilla, a algunos museos e iglesias y también me tocaron las peregrinaciones de semana santa.

Mi itinerario fue Madrid-Segovia-Toledo-Granada-Sevilla-Madrid.

Para pláticas más profundas y con detalles, se requerirá de café y galletas...

Palacio Real en Madrid



Alcázar de Segovia





La Alhambra de Granada


Sevilla. Primero, una vista desde el campanario del Alcázar, luego, el edificio del Archivo de Indias, y al final, el Alcázar, visto desde adentro.