Pero la realidad, como el dinosaurio del cuento de Monterroso,
está todavía allí: intacta, bueno, no precisamente intacta, rasguñada; esperando la develación.

Rosario Castellanos

jueves, enero 22, 2004

el norte está en el norte

Me dan mucha desesperación todos aquellos que hablan del norte como si fuera un ente homogéneo. El norte, como la mayoría de las cosas, es heterogéneo, diverso, dividido, multicolor, multiétnico, etcétera. Me refiero, por supuesto, al norte de México. Esto debido a la necesidad por entender las cosas a través de clasificaciones, diferenciaciones, órdenes y más. Así tenemos que diferenciamos entre norte y sur, este y oeste, cielo y mar, Estados y estados, etcétera.
Hoy a la hora de la comida, los compañeros junto con el profesor -por cierto casi doctor por el Colegio de México- hablaban de la isla de Mexcaltitán y del origen aztlanista de los aztecas, quienes fueron los indígenas más "chichos" de Mesoamérica, según palabras de ellos. -No, dijo otro de los compañeros, también los mayas fueron muy importantes. -Bueno, argumentó un tercero, a los tlaxcaltecas nunca pudieron derribarlos. -En el norte, dijo por ahí alguien, no había indígenas. Yo me quedé perpleja viéndolos y escuchando la serie de pendejadas que seguían diciendo. Como me fue imposible permanecer en ese estado de silencio, salté con la pregunta: -¿cómo que no hay indígenas en el norte???? -Ah, dijo uno, están los sioux. -¿Y los yaquis, mayos, kikapús, rarámuris, yumanos, pápagos, guarijíos, y otros tantos más?, reparé. -Ah, tu si conoces de esas cosas, dijo otro. -Sí, un poco, asentí y bajé la cabeza y mejor me callé. Sólo pensé que de alguna forma, todos homogeneizamos, yo podría pensar que todos los chilangos se parecen, hasta se visten de la misma forma, que todo el sur es igual, que todos los hombres son iguales, que todas las mujeres iguales son, pero la neta, no pude dejar de apreciar que lo maestro no quita lo ignorante. Y luego son los próximos elaboradores de políticas públicas...

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