north-wo-man

Cumplo hoy treinta y siete años y tengo dos hijes. He estudiado en dos preescolares, cuatro primarias (dos privadas y dos públicas), una secundaria estatal, un colegio de bachilleres, así como una licenciatura y una maestría. Ahora me encuentro en el proceso de una tesis de doctorado. He vivido en doce casas y en cinco localidades, entre pueblos y ciudades: Tijuana, Guadalajara, Yavaros, Navojoa y San Felipe de Híjar. Aprendí a tocar algunos acordes en la guitarra y participé en cuatro o cinco coros de iglesia (aún conservo la guitarra que me compró mi amá). En ires y venires, he laborado en siete lugares y como con once jefes. He impartido materias a alrededor de quince grupos. Manejo desde los doce años y he tenido como siete carros: uno nuevo y seis viejísimos. He chocado dos veces y una yo tuve la culpa. No recuerdo cuántos novios he tenido y me he casado una vez. También olvidé cuántas amigas y amigos tengo, pero son los suficientes. Sólo vive mi papá de mis ancentros directos y tampoco puedo dar con certeza la cantidad de tíos y tías que tengo, porque hubo "mano negra" ahí entre mis abuelos. Por ende, mi parentela varía en torno a este número en específico, así como en los siguientes movimientos que hayan realizado mis tíos. No hay vuelta de hoja, la fecundidad se sigue estudiando a partir de los hijes paridos, por las mujeres, claro. Mido 1.58 metros y peso... uuuffff que cuánto peso... llegamos a un momento triste... el peso... bueno... peso mucho. Y por último, tengo mis sueños... mis sueños, que no se pueden contar con decimales... que son parte de mi esencia. Es la característica que nos distingue... y que nos hace diferentes... ¿Qué sería un ser humano sin sueños? ¿sin imaginación? Los sueños no se pueden contar... sólo nos extraemos y racionalizamos lo que logramos operacionalizar de nuestro ser...