Pero la realidad, como el dinosaurio del cuento de Monterroso,
está todavía allí: intacta, bueno, no precisamente intacta, rasguñada; esperando la develación.

Rosario Castellanos

martes, junio 29, 2004

"En definitiva, esperar, es lo que más cuesta. Sobre todo cuando te dicen que te escribirán, y no sucede." Esto fue lo que le asestó la Márilyn al Gregorio la vez que hablaron. Aunque el Gregorio no entiende el afán de la Márilyn, él le asegura que lo hará, pero no le menciona cuándo. A él no le interesan tanto esas cosas le ha dicho, porque en primera, cuestan dinero y en segunda, le dan mucha flojera: -Ésa, le recriminó, es la diferencia entre hombres y mujeres. Ella no quiso hacer barullo, ya no le contestó ni soltó palabra, que no tiene caso, pensó. -Está bien, le dijo, sólo no me digas que me escribirás, y ya. En otras ocasiones y con otras personas es hasta poético, ahí si no le da flojera, pensó la Márilyn, mientras miraba hacia el horizonte del cerro que le permitía entrever el caserío y desde un único teléfono público que sí servía de la colonia. Colgó enojada y se fue corriendo a su departamentito ya que había dejado a sus hijos solos y encerrados, pero no sin la leche y el jabón en la mano que compró en la tiendita.

No hay comentarios.: