Pero la realidad, como el dinosaurio del cuento de Monterroso,
está todavía allí: intacta, bueno, no precisamente intacta, rasguñada; esperando la develación.

Rosario Castellanos

miércoles, octubre 13, 2004

Ustedes disculparán los cambios y las fallas que se encuentran en el blog, ya que soy una gentil en cuanto a este tipo de programas.

Ya que encuentre dónde están los errores, espero se vea mejor...

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