Pero la realidad, como el dinosaurio del cuento de Monterroso,
está todavía allí: intacta, bueno, no precisamente intacta, rasguñada; esperando la develación.

Rosario Castellanos

lunes, febrero 28, 2011

Pues así se vio el sábado como a las 10:30 de la noche durante la granizada fuerte que pegó...





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