Pero la realidad, como el dinosaurio del cuento de Monterroso,
está todavía allí: intacta, bueno, no precisamente intacta, rasguñada; esperando la develación.

Rosario Castellanos

martes, marzo 11, 2008

Anoche, viendo la película de Pollock, basada en la historia del pintor. Yo, en un momento, volteando a ver a mi hijo de cuatro años tuvimos la siguiente conversación:

-Hijo, ¿tu quieres ser pintor?
-No mami, yo quiero mi lechita.

Y la mamá se sonrió y se levantó a darle la lechita al niño.

3 comentarios:

Ariadna Hitchel dijo...

jajajjajajajajajajajajaja.... jajajajajajajajajaja... eso querida norma es sabiduria de la pura,por lo menos ten por seguro que filosof no sera pues tiene bine claro lo que quiere jajajajjaa

northwo dijo...

jajajajajjajaajjaa, sea lo que sea..., al final llegará a su destino..., jajajajajajjaajaaa, claro, al destino que decida, jajajaa, mientras yo tengo riéndome por este evento varios días

Anónimo dijo...

este estuvo buenisimo, hasta llore de la risa,