Pero la realidad, como el dinosaurio del cuento de Monterroso,
está todavía allí: intacta, bueno, no precisamente intacta, rasguñada; esperando la develación.

Rosario Castellanos

viernes, marzo 28, 2008

Cuando tuve oportunidad de andar por las librerías a principios de febrero, me compré un librito de Eduardo Galeano, y no, no fueron las venas abiertas, sino uno que se llama El libro de los abrazos. Si bien, y como todos aquellos que se precian de no leer a Cuauhtemoc Sánchez, Og Mandino, Alfonso Lara Castillo y más; pues tampoco soy su fan, ni entraré en detalles sobre este tema ahora. Este libro no es de "esos" y en especial aprecio los buenos cuentitos, como el que a continuación escribo de Galeano:

Celebración de las contradicciones 1

Como trágica letanía se repite a sí misma la memoria boba. La memoria viva, en cambio, nace cada día, porque ella es desde lo que fue y contra lo que fue.
Aufheben era el verbo que Hegel prefería, entre todos los verbos de la lengua alemana. Aufheben significa, a la vez, conservar y anular; y así rinde homenaje a la historia humana, que muriendo nace y rompiendo crea.

5 comentarios:

The L. dijo...

Me gustó!!! conciso y certero!

Ariadna dijo...

bueno muy bueno

Anónimo dijo...

Es un libro pa' regalar, no para quedarse en las manos del comprar. En las mís nunca se ha quedado más de 2 horas.



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Gracias por aquel mensaje que me escribió— ¿Cuándo?— antes de mi regreso, provisional, a México.

northwo dijo...

hola, que bueno que les gustó. Si, de hecho, lo compré para regalarlo, pero no lo he hecho. Ya lo haré pronto.
Don Sina, espero le haya gustado México de vuelta, saludos.

Felipe Bachomo dijo...

No me gustó de vuelta, desafortunadamente.

Pero bueno, soy un eterno descontento.

Claro que, debo decir, también he tenido agradables sorpresas