Pero la realidad, como el dinosaurio del cuento de Monterroso,
está todavía allí: intacta, bueno, no precisamente intacta, rasguñada; esperando la develación.

Rosario Castellanos

jueves, julio 10, 2008

Sobrevivir es un buen verbo. Al pensar en el paso de mi vida por la existencia humana conocida, es decir, en los otros que me ven y me oyen, que saben de mi y por ello existo; pienso que he vivido sobreviviendo por alrededor de unos seis años aproximadamente. Un tanto más de la existencia de este blog. Creo que estoy un poco cansada.

Otro verbo que está pegado a mi piel es resistir. He vivido resistiendo. A contracorriente de cánones establecidos. Pero no es necesario ir a la guerra. Si las internas luchas nos acechan y las cercanas dejan de ser latentes para convertirse en vívidas, prolongadas y tediosas formas de combate. Resistir o no resistir, esa es la decisión. O qué tanto más de tiempo podré hacerlo.

Pero la vida sí me gusta. Aprender a nadar con la corriente, aunque aparentemente es más fácil, se puede convertir en un difícil camino a seguir. Pero aprender y aprehender son acciones que nunca dejan de tener vigencia. Así que habrá que hacerlo. Entre más rápido mejor. Nunca es tarde, bueno a veces se hace tarde, pero no queda más remedio que levantarse y seguir, porque para qué perder más tiempo, si ya con lo perdido fue suficiente. Tengo que dejar de sobrevivir para sólo vivir y sin resistir tanto, sólo lo necesario.

No hay comentarios.: