Pero la realidad, como el dinosaurio del cuento de Monterroso,
está todavía allí: intacta, bueno, no precisamente intacta, rasguñada; esperando la develación.

Rosario Castellanos

sábado, mayo 22, 2004

un poco de género en la historia de Baja California

Para hablar de la recurrencia de cierta perspectiva, en este caso de género, en una región geográfica en particular, quiere decir, que existe una tradición que la precede, que la hace que prevalezca o se lleve a cabo. En Baja California no es el caso, no existe una tradición de trabajos con la perspectiva de género, esto no significa que no se hayan realizado, pero no hay tal tradición. Por lo tanto, a partir de la confomación del Colegio de la Frontera Norte, se han elaborado algunas investigaciones en relación a las mujeres, estos trabajos son de reciente elaboración. Pero para hablar específicamente de la historia en este estado con perspectiva de género, se reducen las posibilidades, existen contados trabajos con esta visión, entre ellos destacan Lucila León Velázquez, Martha Lilia Ruiz, Bibiana Santiago, Consuelo López y quizá se escapan algunos nombres pero la cantidad es mínima. Habría que realizar una revisión historiográfica más a fondo y denotar si aparecen a la vista investigaciones que hablen sobre las mujeres o las relaciones de género en esta región. Para ello quizá se cuente con información al respecto en universidades de California, Estados Unidos.

No deja de existir la necesidad de trabajos que busquen rescatar información al respecto del género dentro de las fuentes históricas. Aunque haya vacíos historiográficos dentro de la historia bajacaliforniana, no deja de tener pertinencia y vigencia, que se rescate al mismo tiempo que situaciones políticas y económicas de los hechos, las relaciones sociales que prevalecían en el pasado y que sustentan las relaciones cotidianas actuales.

En este contexto, se quiere comentar que acerca de las mujeres en Baja California, se han escrito algunas cuestiones, sobre todo, de tres personas en particular, quienes destacaron en la historia: Eulalia Callis, Bárbara Gandiaga y María Amparo Ruiz de Burton. La cuota para destacar dentro de la historia es o ser esposa de…, o haber cometido un delito a…, o ser una persona sumamente letrada y que haya dejado legado escrito como cartas, etc. Estas mujeres generalmente pertenecen a la élite y sobre todo, pertenecen a la época de la Colonia.

El caso de Eulalia Callis, española quien fue esposa del gobernador Pedro Fagés a fines del siglo XVIII, destaca debido a que enfrentó las disposiciones de su esposo y fue criticada por haber indispuesto la autoridad del mismo. Eulalia lo demandó para obtener el divorcio y se cuenta con oficios acerca del “escándalo” que se produjo a nivel de autoridades.

Por su parte, María Amparo Ruiz de Burton, es el caso de una hija de un militar bajacaliforniano, José María Ruiz, quien recibió educación de una profesora española y se casó con un militar estadounidense: Henry Stanton Burton. Ella vivía en San Diego en un rancho con su esposo, era terrateniente en Ensenada, donde mantuvo algunos litigios por tierras y, escribió una novela titulada The Squatter and the Don. Por lo tanto, fue una mujer que se distinguió por una elevada educación y como ya se mencionó por dejar un legado escrito. Amparo vivió en la segunda mitad del siglo XIX.

Por último, Bárbara Gandiaga fue una indígena de la misión de Santo Tomás de Aquino, era la ama de llaves del padre misionero Eudaldo Surroca en 1803, y fue apresada por su asesinato junto con otros dos indígenas, siendo acusada y enjuiciada por ser la autora intelectual. De esta indígena, existe el expediente de su juicio en el archivo histórico de la UABC, y se pueden rescatar muchos aspectos acerca de lo que significó que una indígena atentara contra la máxima autoridad en ese momento, no sólo política, sino eclesiástica. Aunque no se supo si la ahorcaron o no, debido a que en los documentos esta información no se hace patente, los tres fueron condenados a tal sacrificio ante tales hechos.

Es interesante ver de qué forma destacan las mujeres en las fuentes históricas, desde que dichas fuentes son documentos oficiales, en la medida que no existen las condiciones para que las mujeres obtuvieran una educación que les permitiera escribir, a excepción del caso de Amparo Ruiz de Burton, o de algunas mujeres que solicitan pensión por la muerte de sus hijos o esposos. Por estas razones, no se cuenta con archivos personales para de alguna forma indagar sobre las condiciones prevalecientes de este género o sobre las relaciones que existían entre los sexos. Sin embargo, también se quiere rescatar, que la búsqueda de información sobre ellas en las fuentes oficiales, es tratar de observar con una mirada masculina, con el objetivo de entretejer lo que dicen las autoridades; de esta forma, extraer a duras penas, la forma, el discurso y lo que se piensa de las mujeres. La aportación de los estudios semánticos o del discurso para analizar lo que se expresa en los documentos, elaborados por autoridades masculinas, quienes redactan los oficios, envían, solicitan y manifiestan sin querer su ideología; han servido para rescatar de alguna forma la masculinidad del discurso, pero con el fin de entrever la oposición o lo contrario del mismo, es decir, de esta manera, observar la femeinidad, lo que se piensa acerca de las mujeres, o sus actividades, etc. Esto funciona para el caso, por ejemplo, de Bárbara Gandiaga, debido a que lo que existe, fue redactado por hombres, para hombres y con una visión totalmente masculina.

Este es parte de un trabajito que sobre la perspectiva de género en la historia de Baja California. Tan tan.

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