Pero la realidad, como el dinosaurio del cuento de Monterroso,
está todavía allí: intacta, bueno, no precisamente intacta, rasguñada; esperando la develación.

Rosario Castellanos

martes, mayo 04, 2004

Uuuffffff, hace mucho que no escribía nada, la razón es que me siento tan atiborrada de cosas que hacer, crisis económica y un cansancio constante y latente; que no he tenido ganas de pensar en qué escribir en el blog. Sin embargo, si ya te echaste a cuestas el paquete de escribir cosas [palabra cajón], lo que sea, pues hay que hacerlo. Aunque dejes de pensar unos minutos en las categorías teóricas, en cómo acomodar el texto (claro, del primer capítulo de la tesis que no he terminado).

Lo más triste que ha pasado en estos días a la mayoría de los que vivimos de la beca que otorga el Conacyt, es que hasta ayer por la noche hayan depositado los muy méndigos. Si bien, ellos no van a pagar la reconexión del teléfono, ni los recargos del pago de la casa. Ellos están muy tranquilos en chilangolandia valiéndoles madres lo que a los becarios les pase. No obstante se avalan con que depositan la beca en los primeros cinco días del mes. Y uno, que se chingue.

Otra cosa que sí vale la pena considerar de lo que ha pasado en estos días, es que mi abuelo: Miguel Cruz Guerra (como ya les había comentado en otra ocasión) el fin de semana pasado cumplió 100 años, CIEN AÑOS!!!! El viejo estaba feliz, muy feliz.

Entre las cosas que come (digo a manera de receta para vivir hasta esa edad) es pescado, es decir, muchas proteínas desde su juventud. También a manera de explicación a una tardada degradación de su memoria y de su cuerpo, se añade el hecho de que siempre caminó mucho, hasta los 93 años cuando se cayó y se lastimó la cadera. Tomó alcohol de joven y se dedicó también a la carpintería. Hasta hace unos quince años mi apá lo ponía a trabajar. En la actualidad todavía toma café y come muy poco chile. Eso hizo que no se afectara su cuerpo con gastritis ni problemas intestinales. De niño no tuvo enfermedades graves ni serias. He sabido que llevó una vida sexual activa hasta hace unos diez años, no se si después de la caída a los 93 lo dejarían sus hijas, quienes lo cuidan, que anduviera por ahí rondando chicas. Pues en general, no le he hecho una entrevista en forma y buscaré, lo prometo, de hacerlo lo más pronto posible.

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