Pero la realidad, como el dinosaurio del cuento de Monterroso,
está todavía allí: intacta, bueno, no precisamente intacta, rasguñada; esperando la develación.

Rosario Castellanos

jueves, marzo 25, 2004

"...la riqueza de un país corresponde siempre a su población, y su miseria a la riqueza. La laboriosidad de unos impone la ociosidad de otros. Los pobres y ociosos son un fruto necesario de los ricos y trabajadores..." (Marx citando al fraile veneciano Ortes, El Capital).

"A la producción capitalista no le basta ni mucho menos, la cantidad de la fuerza de trabajo disponible que le suministra el crecimiento natural de la población. Necesita, para poder desenvolverse desembarazadamante, un ejército industrial de reserva, libre de esa barrera natural." (Karl Marx, "cap. XXIII: La ley general de la acumulación capitalista", El Capital)

Pues hasta aquí, se explica que el crecimiento natural es el que se da a partir de las uniones con el atributo de los nacimientos y defunciones, sin intervención de la migración, un verdadero principio de la demografía. El ejército industrial de reserva, son todos aquellos que sirven a los fines de la producción capitalista. Podríamos acuñar nombres: migrantes periféricos en países centrales, personas "funcionales", carne de cañón, obreros mal pagados, niños, mujeres, ancianos. Quienes funcionan en tanto le sirven al sistema. Si no es así, es mejor enviarlos a la guerra o que mueran de hambre. Esa es la lógica. Triste lógica.

No hay comentarios.: